Fosa del cementerio de Castell de Ferro
LOCALIZACIÓN.
Cementerio de la población de Castell de Ferro, en el término municipal de Gualchos.
Coordenadas UTM del punto central, 30S 468242E/ 4064905N.
36.729262°/ -3.355646°
FECHA/PERIODO
Julio de 1947. Posguerra-Guerrilla.
DESCRIPCIÓN FÍSICA DEL LUGAR DE MEMORIA.
Fosa sin exhumar localizada junto a la entrada del cementerio.
LOCALIZACIÓN.
- Mapa topográfico nacional.
2. Fotografía aérea.
CONTEXTO HISTÓRICO.
Este acontecimiento se enmarca en lo ocurrido durante el año 1947, el primero de la Guerra Fría, cuando el régimen de Franco, ante el enfrentamiento entre el bloque occidental, capitaneado por los Estados Unidos y el oriental, dirigido por la Unión Soviética, encuentra una excelente posibilidad para romper el aislamiento al que había estado sometido por su vinculación con los derrotados Hitler y Mussolini, y que había culminado con el cierre de la frontera con Francia en marzo de 1946 y la retirada de embajadores en diciembre del mismo año. El franquismo se ofreció al bloque capitalista como abanderado del anticomunismo, y consiguió el apoyo norteamericano: a cambio de futuras bases militares y de posibilidades de inversión rentable en un país con los derechos laborales cercenados, recibía la seguridad de que no se iba a apoyar a la oposición y de que se le iban a abrir las puertas de otros países de Occidente.
Aunque el restablecimiento de esas relaciones no fue inmediato, el primer año de la Guerra Fría supuso un alivio para el franquismo. Resultó muy significativa la formulación de la Doctrina Truman, en marzo de 1947, por la que el presidente norteamericano se comprometía a ayudar a cualquier régimen que se enfrentara al comunismo.
A lo largo de este año, el franquismo incrementó su actuación represiva, especialmente en su enfrentamiento con los grupos guerrilleros que actuaban en distintos lugares de España. Abundaron los casos de tortura y de ejecuciones sin juicio previo, que afectaron sobre todo a las personas que se encontraban cercanas al mundo de la guerrilla, sobre todo enlaces de esta o familiares, que a veces eran también enlaces.
En el caso de la provincia de Granada, sufrieron ejecuciones extrajudiciales a lo largo de ese año, casi siempre en grupo, distintos vecinos de Motril, Almuñécar, Almegíjar, Albuñuelas, Lentegí, Huétor Santillán, Trevélez, Pórtugos, Monachil, Pinos del Valle, Alcázar, Órgiva, Capileira, Jérez del Marquesado, Carataunas y Loja, entre otros lugares.
DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS QUE JUSTIFICAN SU INCLUSIÓN.
El 26 de julio de 1947 cuatro personas fueron víctimas de un fusilamiento extrajudicial en las proximidades de Castell de Ferro, para ser enterradas a continuación en una fosa común del cementerio del mismo pueblo. Eran José Villoslada Ruiz, Miguel Fernández Villoslada, Antonio Miguel Medina Franco y una cuarta persona cuya identidad no se ha conseguido establecer.
De Lentegí habían sufrido una ejecución de ese tipo Vicente Fernández Cobo y Juan Ruiz Aneas, quienes, junto a un desconocido, fueron asesinados el 4 de julio de 1947 y enterrados en una fosa del cementerio de Jayena. El 7 de septiembre de 2019, sus familiares colocaron una placa en recuerdo y homenaje a los mismos en dicha necrópolis.
Pocos días más tarde, la Guardia Civil, vestida de paisano, llevó a cabo una amplia redada en el municipio, con detenciones en las distintas cortijadas, que comenzaron por la de Aguas Blanquillas, siguieron por la de Guadarjama, y luego, el Barranquillo del Agua y el Molinillo, hasta llegar al pueblo. Los detenidos fueron llevados al Ayuntamiento de Lentegí, donde se esperaba que fueran avalados por el alcalde, que no lo hizo con nadie. Desde allí a Otívar, para ser trasladados a continuación en un camión al castillo de Carchuna, en el término de Motril. Al encontrarse lejos del casco urbano, este lugar podía ser utilizado como centro de apaleamientos y tortura, para que no se oyeran los gritos de dolor de los detenidos.
Según la lista elaborada por Francisca Pretel Fajardo, vecina de Lentegí, y familia de algunas de esas víctimas, fueron en total 18 las personas recluidas en ese recinto; seis de ellas eran mujeres.
Un grupo de los que estaban recluidos en el fuerte fueron trasladados a las inmediaciones de Castell de Ferro y fusilados. Fue el 26 de julio de 1947. Un vecino de ese término municipal, Manuel Valdés Funes, contó que uno de los guardias le reconoció que ellos lo habían matado. Igualmente, la familia de una de las personas que vivió de cerca el fusilamiento contó a María Villoslada Arellano, nuera de José Villoslada Ruiz y prima de Miguel Fernández Villoslada, la verdad de lo ocurrido: los pusieron ante una tapia y los fusilaron. Una de las personas que fue obligada a llevarlos a lomos de animal al cementerio contaría que nunca pudo olvidar la imagen de ellos, llegando a soñar con uno que, ya sin vida, parecía que lo miraba con los ojos abiertos: era el joven de 18 años Miguel Fernández Villoslada, el cual llevaba luto por el reciente fusilamiento de su padre, Vicente Fernández Cobo.
La documentación procedente del régimen indica que fue en el lugar conocido como Las Isletas, cerca de la rambla de El Sotillo y, como en otros casos de ejecuciones extrajudiciales, en esa documentación no se cuenta la verdad de lo sucedido, simulando un encuentro con personas que no respondieron a sus órdenes de detenerse.
A los cadáveres se les realizó la autopsia en el depósito del cementerio de Castell de Ferro por los médicos Arturo González Alférez y Agustín Puertas Oliveros, de Gualchos y de Castell, respectivamente. Posteriormente se decidió enterrarlos en el mismo.
El juez instructor del procedimiento judicial, el teniente de la Guardia Civil Francisco Morales Rodríguez, acompañado del secretario de esas actuaciones y de dos testigos, Miguel Malpica Espá y Juan Rodríguez Carrión, dispuso que se procediera al enterramiento. En esta documentación aparece el sitio exacto: “junto a la tapia que separa el Cementerio nuevo del viejo y a un metro, veinte centímetros del punto en que se une la citada tapia con el muro que limita el Cementerio por el este. Era el día 27 de julio de 1947.
El teniente Morales perdió la vida solo cuatro días más tarde, en un enfrentamiento con la guerrilla que tuvo lugar en un cortijo del anejo motrileño de Los Tablones.
Bibliografía sobre el tema:
Azuaga Rico, J.M.(2013). Tiempo de lucha. Granada-Málaga: represión, resistencia y guerrilla (1939-1952), Alhulia, 2013.
López Ligero, J. y Azuaga Rico, J.M. (2019). El Fuerte del Horror. Torturas y ejecuciones extrajudiciales en Carchuna y Castell de Ferro en julio de 1947. BLOG – Foro de la Memoria, Diario el Independiente. 30 de noviembre de 2019.