Cuesta del Marchante.

LOCALIZACIÓN.

Camino a las afueras de la población de La Herradura, T.M. de Almuñécar, cerca del cortijo de Los Moránganos.

Coordenadas UTM del punto central, 434420E/4065525N.

36.747041°/ -3.760097°

FECHA/PERIODO

20 de noviembre de 1947. Posguerra- Guerrilla.

DESCRIPCIÓN FÍSICA DEL LUGAR DE MEMORIA.

Camino a las afueras de la población de La Herradura, T.M. de Almuñécar, cerca del cortijo de Los Moránganos, donde fueron fusilados Andrés Melián Suárez, José Antonio Sáez Castilla, ambos vecinos de Motril; Manuel Rodríguez Martín “Pinchín”, Antonio Ruiz López “el Santo”, los dos del término de Almuñécar; y Miguel Arellano Pérez “Barrancones”, de Lentegí, el 20 de noviembre de 1947.

LOCALIZACIÓN.

1. Mapa topográfico nacional.

CONTEXTO HISTÓRICO.

Este acontecimiento se enmarca en lo ocurrido durante el año 1947, el primero de la Guerra Fría, cuando el régimen de Franco, ante el enfrentamiento entre el bloque occidental, capitaneado por los Estados Unidos y el oriental, dirigido por la Unión Soviética, encuentra una excelente posibilidad para romper el aislamiento al que había estado sometido por su vinculación con los derrotados Hitler y Mussolini, y que había culminado con el cierre de la frontera con Francia en marzo de 1946 y la retirada de embajadores en diciembre del mismo año. El franquismo se ofreció al bloque capitalista como abanderado del anticomunismo, y consiguió el apoyo norteamericano: a cambio de futuras bases militares y de posibilidades de inversión rentable en un país con los derechos laborales cercenados, recibía la seguridad de que no se iba a apoyar a la oposición y de que se le iban a abrir las puertas de otros países de Occidente.

Aunque el restablecimiento de esas relaciones no fue inmediato, el primer año de la Guerra Fría supuso un alivio para el franquismo. Resultó muy significativa la formulación de la Doctrina Truman, en marzo de 1947, por la que el presidente norteamericano se comprometía a ayudar a cualquier régimen que se enfrentara al comunismo.

A lo largo de este año, el franquismo incrementó su actuación represiva, especialmente en su enfrentamiento con los grupos guerrilleros que actuaban en distintos lugares de España. Abundaron los casos de tortura y de ejecuciones sin juicio previo, que afectaron sobre todo a las personas que se encontraban cercanas al mundo de la guerrilla, sobre todo enlaces de esta o familiares, que a veces eran también enlaces.

En el caso de la provincia de Granada, sufrieron ejecuciones extrajudiciales a lo largo de ese año, casi siempre en grupo, distintos vecinos de Motril, Almuñécar, Almegíjar, Albuñuelas, Lentegí, Huétor Santillán, Trevélez, Pórtugos, Monachil, Pinos del Valle, Alcázar, Órgiva, Capileira, Jérez del Marquesado, Carataunas y Loja, entre otros lugares.

DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS QUE JUSTIFICAN SU INCLUSIÓN.

El 20 de noviembre de 1947 fusilaron a cinco personas cerca de La Herradura, posiblemente eran Andrés Melián Suárez, José Antonio Sáez Castilla, Manuel Rodríguez Martín “Pinchín”, Antonio Ruiz López “el Santo”, y Miguel Arellano Pérez “Barrancones”.

José Antonio Sáez Castilla había sido miembro de Partido Socialista durante la Segunda República, y su profesión era la de panadero. Fue detenido tras la caída de Motril, pero lo avaló el dueño de la panadería donde trabajaba, por lo que estuvo poco tiempo encarcelado. Según el hijo, a José Antonio Sáez y a los demás detenidos los tuvieron en la zona de Velilla (Almuñécar) durante más de una semana, torturándolos, para que delataran a personas de izquierdas.

Andrés Melián Suárez había sido dirigente sindical en su pueblo canario de Bañaderos. El triunfo del golpe de Estado en las islas le condujo a servir obligado en las filas rebeldes, pero, encontrándose en la península, logró desertar y unirse al Ejército de la República. Tras la guerra residía en Motril, donde era miembro del PCE clandestino, protegido por su suegro, Antonio Amate, un guardia civil destinado en el cuartel de esta ciudad. Al morir este, en marzo de 1946, perdió su protección siendo detenido el 12 de noviembre de 1947 y trasladado a Velilla.

Antonio Ruiz López “el Santo”, fue detenido tras la denuncia de la prima de su mujer, que aseguró que la guerrilla se había detenido en su casa tras robarle la matanza de dos cerdos.

Manuel Rodríguez Martín “Pinchín” vivía en la zona de Río Seco, fue denunciado por un guardia rural al conoce que mantenía relaciones con su mujer.

Miguel Arellano González “Barrancones”, que era vecino de Lentegí.  Fue detenido junto con su

hermano Antonio y tenía entonces 27 años. Ambos estaban amarrados y se encontraron con el alcalde del pueblo, quien dijo que respondía por Antonio, pero no por Miguel. Antonio era enlace de la guerrilla.

El lugar del fusilamiento fue la cuesta del Marchante, en La Herradura, cerca del cortijo de Los Moránganos.

Tras su detención, fueron buscados por sus mujeres, trasladándose al cuartel de Motril, sus compañeras fueron las primeras personas. Soledad Amate, casada con Andrés Melián llegó a trasladarse a Canarias esperando encontrar a su marido, sin éxito alguno. Hasta 1985 no consiguió el certificado de viudedad. Murió con 76 años.

Ana Sánchez Urquízar acudió a la Guardia Civil y también al párroco de su pueblo, acompañada por su hijo Juan, pero sus gestiones fueron infructuosas. El sacerdote dijo que no ayudaba, alegando que “cuando el río suena, agua lleva”. Que si lo habían denunciado era por algo. El hecho de que Ana Sánchez Urquízar hubiera visto a los guerrilleros, teniendo con ellos una breve conversación, hizo que muchos la acusaran durante mucho tiempo de haber colaborado con ellos. Murió ciega, con casi cien años.

Los fusilados fueron considerados bandoleros muertos en encuentro con la Guardia Civil, lo que no era cierto.