Castillo de Carchuna.

LOCALIZACIÓN.

Fuerte de CARCHUNA, situado en el Llano de Carchuna, T.M. de Motril.  Coordenadas UTM del punto central, 30S 461110N/4061235E

36.695871°/ -3.435337°

FECHA/PERIODO: Posguerra-guerrilla.

DESCRIPCIÓN FÍSICA DEL LUGAR DE MEMORIA.

Recinto del fuerte de Carchuna fue mandado construir durante el reinado de Carlos III, tras el informe del almirante Bucarelli,[1] para la defensa de la costa granadina. Comprende una fachada principal en herradura, torres semicirculares en los ángulos, batería semicircular de menor altura, muros ataluzados, patio central en torno al cual se distribuyen las habitaciones cubiertas con bóveda de ladrillo. Durante la Guerra de España fue utilizado como prisión y, posteriormente, como cuartel de la Guardia Civil.

LOCALIZACIÓN.

2. Mapa topográfico nacional.

2. Mapa y fotografía actuales

CONTEXTO HISTÓRICO.

Este acontecimiento se enmarca en lo ocurrido durante el año 1947, el primero de la Guerra Fría, cuando el régimen de Franco, ante el enfrentamiento entre el bloque occidental, capitaneado por los Estados Unidos y el oriental, dirigido por la Unión Soviética, encuentra una excelente posibilidad para romper el aislamiento al que había estado sometido por su vinculación con los derrotados Hitler y Mussolini, y que había culminado con el cierre de la frontera con Francia en marzo de 1946 y la retirada de embajadores en diciembre del mismo año. El franquismo se ofreció al bloque capitalista como abanderado del anticomunismo, y consiguió el apoyo norteamericano: a cambio de futuras bases militares y de posibilidades de inversión rentable en un país con los derechos laborales cercenados, recibía la seguridad de que no se iba a apoyar a la oposición y de que se le iban a abrir las puertas de otros países de Occidente.

Aunque el restablecimiento de esas relaciones no fue inmediato, el primer año de la Guerra Fría supuso un alivio para el franquismo. Resultó muy significativa la formulación de la Doctrina Truman, en marzo de 1947, por la que el presidente norteamericano se comprometía a ayudar a cualquier régimen que se enfrentara al comunismo.

A lo largo de este año, el franquismo incrementó su actuación represiva, especialmente en su enfrentamiento con los grupos guerrilleros que actuaban en distintos lugares de España. Abundaron los casos de tortura y de ejecuciones sin juicio previo, que afectaron sobre todo a las personas que se encontraban cercanas al mundo de la guerrilla, sobre todo enlaces de esta o familiares, que a veces eran también enlaces.

En el caso de la provincia de Granada, sufrieron ejecuciones extrajudiciales a lo largo de ese año, casi siempre en grupo, distintos vecinos de Motril, Almuñécar, Almegíjar, Albuñuelas, Lentegí, Huétor Santillán, Trevélez, Pórtugos, Monachil, Pinos del Valle, Alcázar, Órgiva, Capileira, Jérez del Marquesado, Carataunas y Loja, entre otros lugares.

DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS QUE JUSTIFICAN SU INCLUSIÓN.

El Castillo de Carchuna, como cuartel de la Guardia Civil aislado, fue utilizado como centro de retención y torturas durante la dictadura franquista. Uno de los hechos que así lo confirman es el que se describe a continuación.

A primeros de julio de 1947, la Guardia Civil, vestida de paisano, llevó a cabo una amplia redada en el municipio de Lentegí con detenciones en las distintas cortijadas, que comenzaron por la de Aguas Blanquillas, siguieron por la de Guadarjama, y luego, el Barranquillo del Agua y el Molinillo, hasta llegar al pueblo. Los detenidos fueron llevados al Ayuntamiento de Lentegí, donde se esperaba que fueran avalados por el alcalde, que no lo hizo con nadie. Desde allí a Otívar, para ser trasladados a continuación en un camión al castillo de Carchuna, en el término de Motril. Al encontrarse lejos del casco urbano, este lugar podía ser utilizado como centro de apaleamientos y tortura, para que no se oyeran los gritos de dolor de los detenidos.

Según la lista elaborada por Francisca Pretel Fajardo, vecina de Lentegí, y familia de algunas de esas víctimas, fueron en total 18 las personas recluidas en ese recinto; seis de ellas eran mujeres.

Según el testimonio de Manuel Guerrero Navarro, que entonces contaba con 15 años, la actuación de un delator tuvo mucho que ver con estas detenciones, y él fue apaleado en el fuerte de Carchuna. Querían que aceptara haber colaborado con la guerrilla, lo que siempre negó, por no ser cierto. Golpeado en la espalda, pudo ver cómo a través de un cristal alguien hacía un gesto con las manos, y a partir de entonces se detuvo el suplicio. Se le permitió salir, y se trasladó a pie desde Carchuna a Lentegí, pero otros de los vecinos, a los que él conocía, no salieron; recordaba los nombres de tres de los ejecutados. Ingresaron allí también a su padre y a su hermano, que luego pasaron a la cárcel de Granada.

Un grupo de los que estaban recluidos en el fuerte fueron trasladados a las inmediaciones de Castell de Ferro y fusilados. Fue el 26 de julio de 1947. Un vecino de ese término municipal, Manuel Valdés Funes, contó que uno de los guardias le reconoció que ellos lo habían matado. Igualmente, la familia de una de las personas que vivió de cerca el fusilamiento contó a María Villoslada Arellano, nuera de José Villoslada Ruiz y prima de Miguel Fernández Villoslada, la verdad de lo ocurrido: los pusieron ante una tapia y los fusilaron. Una de las personas que fue obligada a llevarlos a lomos de animal al cementerio contaría que nunca pudo olvidar la imagen de ellos, llegando a soñar con uno que, ya sin vida, parecía que lo miraba con los ojos abiertos: era el joven de 18 años Miguel Fernández Villoslada, el cual llevaba luto por el reciente fusilamiento de su padre, Vicente Fernández Cobo.

En febrero de 2018 el Parlamento de la Andalucía aprobó una Proposición no de ley que instaba a la Junta de Andalucía al inicio de la incoación del expediente para declarar el Fuerte de Carchuna como Lugar de la memoria de Andalucía, reconociendo así el confinamiento y torturas que aquí sufrieron durante la Guerra de España y la posguerra aquellos que lucharon por las libertades democráticas. El pleno del Ayuntamiento de Motril se sumó a esta petición que incluía, además, su declaración adicional como Centro de Interpretación de la Desbandá. Nada de esto se ha llevado a cabo.

[1] Martín García, M. (1999) Inventario de arquitectura militar de la provincia de Granada (siglos VIII al XVIII), Granada, 1999, p.345-346. Posadas López, E.J., La frontera marítima de Granada. Ibiza, 1996.

Bibliografía sobre el tema:

Azuaga Rico, J.M. (2013). Tiempo de lucha. Granada-Málaga: represión, resistencia y guerrilla (1939-1952), Alhulia, 2013.

López Ligero, J. y Azuaga Rico, J.M. (2019). El Fuerte del Horror. Torturas y ejecuciones extrajudiciales en Carchuna y Castell de Ferro en julio de 1947. BLOG – Foro de la Memoria, Diario el Independiente. 30 de noviembre de 2019.