Casamatas de Cerro Alto
LOCALIZACIÓN.
En la sierra del Jaral, al oeste del vértice “Cerro Alto”, entre las poblaciones de Lújar y Lagos.
Coordenadas UTM: 30S 461494E/ 4071154N a 955 metros de altitud.
36.786027°/ -3.433581°
FECHAS / PERÍODO
Guerra de España
DESCRIPCIÓN FÍSICA DEL LUGAR DE MEMORIA
A medio camino entre El Conjuro y Lagos, siguiendo el eje defensivo republicano que pasaba por Picos del Castillejo y el Collado de Lújar (Sierra de Lújar) hacia el sur, se constata la existencia de dos casamatas construidas con la intención de estabilizar el frente en puntos donde la situación era desfavorable.
Fueron semiexcavadas en el terreno y su alzada se desarrolla mediante fábricas de mampostería irregular y hormigón, empleando el ladrillo de barro macizo en partes singulares de la edificación y en la conformación de las troneras. El forjado está ejecutado con rollizos de madera muy próximos entre sí que soportan un túmulo de piedras y hormigón que lo blinda de los impactos de artillería a la vez que lo enmascara. Tienen planta circular y sus muros superan el metro de espesor. En su interior se distinguen los vanos de dos troneras y sus respectivos elementos de apoyo donde fijar lar armas automáticas, caracterizados con alguna inscripción alusiva a sus constructores.
LOCALIZACIÓN.
- Mapa topográfico nacional.
2. Fotografía aérea.
CONTEXTO HISTÓRICO.
A principios de 1937 el Ejército sublevado con la ayuda de las tropas italianas y la aviación alemana, inició la operación militar para la toma de la ciudad de Málaga y la franja costera hasta Motril. Como consecuencia de esta operación y posterior contraataque, la línea de frente quedó establecida hasta el final de la contienda en una línea que desde la playa de la Rijana ascendía por las posiciones de Pico del Águila, Gualchos, Sierras del Jaral, Lújar y Sierra Nevada hasta el pico Mulhacén.
DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS QUE JUSTIFICAN SU INCLUSIÓN.
Estos elementos representativos de la arquitectura militar del momento, utilizados por el ejército gubernamental, estaban insertos en un sistema defensivo conformado por trincheras que los unía o comunicaba. En su recorrido se intercalaron algunos refugios o abrigos, excavados también en el terreno, para descanso y protección de los soldados.
Emplazados en las estribaciones de Sierra de Lújar, en plena Sierra del Jaral, se localizaban muy próximos a las posiciones sublevadas de infantería de Cortijo de Burgos, Cortijo Alcántara y la localidad de La Garnatilla, en un entorno con un extenso campo visual y de tiro dominado por su altitud.
El sistema defensivo planteado por el Ejército republicano en este espacio difiere radicalmente del desarrollado por el Ejército sublevado. Lejos de establecer líneas organizadas y sistemáticas, adaptadas a la orografía en torno a pequeños vértices, éste no seguía un patrón o desarrollo sistemático adaptado a la morfología del terreno. Nos encontramos ante estructuras del espacio fortificado basadas en varios núcleos organizados en forma de red que a su vez controlan una serie de posiciones y trincheras dependientes de ellos, condicionados por las comunicaciones, los recursos y el control del territorio.
La fortificación de campaña republicana, en lo referente a la arquitectura bélica en este entorno, es mucho más rudimentaria que la del bando opuesto. Las obras de fábrica son escasas y la variedad constructiva dependió de la disponibilidad de materiales, conocimientos técnicos de sus constructores y escasez de otros recursos fundamentalmente. Junto a las largas trincheras, parapetos y a algunos elementos defensivos singulares, como los descritos, podemos observar la construcción de distintos abrigos para el cobijo y descanso de la tropa, a veces insertos en las mismas líneas de trincheras y otras diseminados por el territorio, a retaguardia, que buscaron el resguardo de la artillería enemiga. Debido a las características morfológicas del terreno son escasas las construcciones mayores dedicadas a polvorines, cocinas, barracones, pasillos cubiertos etc. que acompañarían a estos elementos dentro del sistema defensivo en un espacio que aún mantiene, aunque desvencijada y a veces arrasada, una memoria física, tangible, de lo que en él aconteció.
Estos elementos blindados, representativos de la fortificación de campaña republicana, cumplieron un ciclo de vida corto de apenas dos años de actividad para, una vez terminada la contienda, caer en el olvido y el abandono, llegando hasta nosotros los más duraderos.
Bibliografía y fuentes documentales:
ALCALDE RODRÍGUEZ, F., AYALA CARBONERO, J. J., CAÑADAS JIMENEZ, M. y PÉREZ SALGUERO, A. J. (2016): La Guerra en el Sierra de Lújar. Por la libertad del pueblo. Vol II. Ayto. de Motril. Motril (Granada).
Principales restos conservados en la Sierra de Lújar.
El punto nº1 corresponde con las casamatas descritas en esta ficha.